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viernes, 21 de mayo de 2010

US$ 1,315 MILLONES PARA PROYECTOS DE TRANSPORTE DE CRUDO PESADO*

Petroperú y Perenco Suman Inversiones

En la selva norte del país se tiene dos proyectos de inversión de infraestructura en torno al Oleoducto Norperuano operado por Petroperú, que vistos en conjunto resultan ser de gran importancia para la actividad hidrocarburífera, porque en la práctica se busca impulsar una modernización y adecuación que “ampliará” la zona del tendido de los ductos hasta los campos de producción de petróleo que requieren las empresas Perenco, Repsol y Pluspetrol para la explotación y comercializarlo de importantes reservas de crudo pesado. Estos proyectos son importantes además por el nivel de inversión a desembolsarse y por la integración de inversiones que ello implica, no sólo para los intereses empresariales sino para la dinámica económica que podría impactarse en las regiones donde se ubican los lotes petroleros y por donde se instala el Oleoducto. Además porque están conectados a otras inversiones complementarias que exigen mayor modernización portuaria y refinera (combustibles) a la región Piura.

Estos proyectos con nombres propios cada uno y trabajados por “separados” se complementan entre si y tienen como origen, principalmente, la futura explotación comercial del Lote 67, operado por la empresa de origen francés, Perenco Peru Limited, que contiene una importante reserva de más de 300 millones de barriles, que permitirá producir 100 mil barriles diarios, duplicando así la actual producción nacional. Pero resulta que este crudo es pesado (14º API) y el actual Oleoducto está diseñado para el transporte de crudos ligeros (26.6° API), aunque en la práctica transporta crudos de 18º API a 20º API de las operaciones de Pluspetrol. Esta situación dificultaría el desarrollo de la explotación del Lote 67, que sumados a la futura explotación de Repsol en el lote 39, donde también se estiman reservas importantes de crudo pero pesados y la actual producción de Pluspetrol, hace necesario un nuevo oleoducto para estas características de crudo.

Por estas condiciones específicas es que tanto la estatal Petroperú y la privada Perenco asumen planes de inversión cuyos compromisos de inversión en conjunto oscilan en promedio US$ 1,315 millones.


Proyecto de Petroperú

El 16 de octubre de 2007, Petroperú elaboró el Perfil del Proyecto de Modernización del Oleducto Nor peruano considerando el transporte del crudo pesado mediante dilución, con ello inicia el proyecto energético llamado “Transporte de Crudos Pesados – TCP”, que resulta complementario al Plan de Modernización de la Refinería de Talara, una de sus unidades principales en la actividad industrial de refinación de petróleo. Es decir, ese crudo pesado a transportarse por el Oleoducto, podría ser utilizado a la vez por la Refinería de Talara una vez que culmine su modernización.

Pero este proyecto tiene sus antecedentes en la suscripción de un Memorando de Entendimiento con Barret Resources (titular del contrato en el lote 67 en ese entonces) en julio del 2007, para realizar estudios conjuntos con el objeto de analizar las alternativas más eficientes para el transporte de crudo pesado desde el Lote 67 hasta la costa del Perú además de determinar las formas de inversión y financiamiento.


Hasta el mes de abril del 2010 el Proyecto estaba en proceso de estudios de pre-inversión y preparativos para una nueva convocatoria de “Elaboración de Ingeniería Básica” y para el “Estudio de Impacto Ambiental”, lo que permitiría iniciar la construcción de la primera etapa del Proyecto a mediados del próximo año, siempre y cuando los productores (del lote 67 y 39 principalmente) garanticen sus requerimientos de transporte de crudo pesado. La inversión estimada oscila US$ 956 millones, de los cuales se ha desembolsado apenas US$ 373 mil aproximadamente (S/ 1.08 millones), orientado en gran proporción para los gastos de gestión del proyecto, los gastos para obtener el estudio de factibilidad, estudio de impacto ambiental (que incluye los gastos para talleres de difusión del proyecto) y gastos para planeación, convocatoria y contratación de los estudios de ingeniería básica (que resultaría ser la implementación de la 1ra Etapa del proyecto).


Considerando que el proyecto tiene dos etapas, hasta la fecha se presume que los costos de inversión que asumirá Petroperú para la primera etapa (S/ 170.5 millones equivalentes a US$ 59 millones) serán con recurso propio, y representa en promedio 5.3% del monto total de inversión. Para el grueso de la inversión aun no está definida la fuente u origen del financiamiento, pero los directivos de Petroperú han sostenido que será financiado por la banca privada, interna y/o externa, capital privado asociado o tal vez se maneje emisión de bonos ahora que Petroperú estará listando en la Bolsa de Valores de Lima. Lo cierto es que hasta la fecha se sigue estudiando la arquitectura financiera para la segunda parte del proyecto que representa casi el 95% del total por invertirse.

Proyecto de Perenco

Para poner en marcha la explotación del lote 67, Perenco desde mediados del 2008 impulsa la construcción de un “Nuevo Oleoducto” que van desde los campos de explotación del Lote 67 hasta la Estación Andoas del Oleoducto Norperuano. Este proyecto en la práctica va ampliar la extensión del Oleoducto operado por Petroperú unos 207 kilómetros más, pero puede significar un tendido de ductos hasta de 400 Km. La expectativa para la explotación futura de este petróleo de calidad pesada y viscosa, pero en gran volumen es tan alto que puede exigir mayores desembolsos de inversión a la empresa Perenco, porque está especulándose también la construcción de una planta Refinera en Piura.

El proyecto se encuentra en la etapa final de aprobación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA), pero lo cierto es que la empresa no está siendo transparente en su accionar y menos está actuando con Responsabilidad Social.

A la fecha la empresa niega la existencia de comunidades nativas en aislamiento voluntario en la zona de influencia del proyecto, y a pesar de ello presentó a inicios de abril el Plan de Contingencia Antropológico (solicitado por la DGAAE del Ministerio de Energía), que no es sino las medidas que tomarían los trabajadores de la empresa en caso de entrar en contacto con población nativa en aislamiento.

Al cierre de edición, dicho plan estaba en manos del INDEPA para que emita opinión. Por su parte el Presidente Ejecutivo del INDEPA manifestó que su opinión no será tan relevante para la toma de decisión de aprobar o no el EIA para el proyecto del Oleoducto que requiere la empresa Perenco. “Sólo es una formalidad, pero el hecho de presentar dicho Plan por el lado de la empresa y que el INDEPA emita opinión, no se niega ni afirma la existencia de pueblos indígenas en aislamiento”, Mayta Capac añadió que la opinión debe estar lista antes de culminar el mes de mayo.

Son casi US$ 360 millones de inversión para la construcción del ducto, pero el desembolso que realizará Perenco será mayor si sumamos los US$ 1,600 millones para el desarrollo del lote 67; incluso las inversiones pueden ampliarse si se pone en marcha lo que se viene voceando hasta la fecha, que es la construcción de una refinería en Bayóvar o Talara, para procesar la gran cantidad del hidrocarburo que extraería la empresa de origen francés.

Una Megainversión

En conjunto los US$ 1,315 millones de inversión futura entre Petroperú y Perenco por el Oleoducto arrastrarían otras inversiones que se complementan entre sí como es el caso del proyecto de ampliación de capacidad del Terminal de Bayóvar (de 2 millones de barriles a 3 millones) por parte de Petroperú, a un costo de US$ 30 millones, pero si llegara ampliarse a 8 millones de barriles la inversión sería US$ 200 millones, con lo cual más que contribuye a fortalecer los planes de inversión sobre el Oleoducto de Transporte de Crudos Pesados.

Podemos estimar una megainversión conjunta de hasta US$ 4,415 millones sumando el transporte del crudo; la modernización de la refinería de Talara, y ampliación del Terminal de Bayóvar, la explotación del Lote 67. Y si Perenco se anima a construir una nueva refinería, la posible inversión conjunta podría elevarse, ¿Cuánto? Depende la capacidad de refinación. Estamos por lo tanto ante una integración de proyectos que se suman a partir de la necesidad de explotación y comercialización petrolera en lo campos de la selva de Loreto.

(*) Centro de Análisis Económico de Allpathaya Perú

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